viernes, 15 de mayo de 2015

La entrada de tu hogar



Hay palabras que te limitan, y hay otras palabras que te habilitan.  "Quiero", por ejemplo. Tú dices "quiero" y un mundo de posibilidades se abre ante tí.  Cuántas palabras podemos asociar a ese momento mágico de ingreso a nuestro hogar: casa, entrada, camino, ganas, puerta, energía, llave, contenido, continente, hogar. Tener la llave, tener el conocimiento, saber lo que quieres: qué hermoso tesoro llevas contigo.  Conocer tu deseo puede ser la clave para descifrar aquello que te pasa.  Pasa, es tu casa.  Entrar en tu casa significa pasar de un mundo extraño a un mundo conocido.  Entrar a tu casa significa ser responsable por ti y por tus pertenencias.  Tienes las llaves de tu casa.  Tienes las llaves de tí.
Bendice tus llaves, para que cada vez que las convoques, ellas hagan de ese sencillo acto un gran y positivo cambio.

Para el Feng Shui, el lugar donde se encuentra la entrada de tu hogar es muy importante.  Es el camino por el que llega la energía poderosa del universo. Una energía tal, pues que circule amorosa y vivificante por tu casa.

Cuando atraviesas la puerta para ingresar a tu hogar, traes puesta una energía de la que tal vez no te percataste.  Date un momento para aunque sea mentalmente, puedas sacudirte los restos de bajas vibraciones que te pueden haber llegado auditivamente, por noticias y diálogos o visualmente a través de imágenes o encuentros con personas que no contribuyen a tu bienestar.

Trata de que en el momento en que sacas tus llaves, sea un instante de conciencia plena, sientete presente y antes de entrar aleja tus miedos e inquietudes, siéntete segura y tranquila en tu espacio vital.

El Feng Shui, tiene algunos elementos que favorecen la armonía en la entrada de tu hogar.  Ya conoces los espejos Pakua, los perros de Fu y las moneditas unidas por una cinta roja.  Más importante es que tengas en tí un espejo que desvíe aquello que te agrede o no te favorece, que lleves la palabra adecuada para poner límites y respeto hacia tu persona y siempre una sonrisa para aceptar todas las buenas cosas que también te da el universo.

Mira tus llaves, tu puerta y piensa en lo que quieres ver y encontrar cuando llegues a tu casa.  Que la falta de dinero no sea una excusa para no tener un lugar agradable.  Decídete por los colores que te gustan, por los objetos que te significan algo a tí y que no son algo para arrumbar en el fondo de un placard (eso mejor sacalo ya, ahora) Vive todos tus espacios, todos te pertenecen.

Deja vivir a tus ganas de hacer, no te derrumbes, vuelve a intentar lo que es valioso para tí, hazlo otra vez en otro momento, no te obsesiones.  Mantenlo simple.  La vida es hacer y rehacer, a un momento de agitación le sigue otro de calma.  Date un tiempo para descansar en tu casa, simplemente sentado tu respiración, tu cuerpo relajado y tu mente libre.

La entrada de tu casa puede ser la entrada en tí.  Prepara una hermosa frase para llegar a tu hogar.

Estoy aquí y ahora en armonía y en mi hogar